Responsables de la salud

 

En defensa de cierta materia viva, el hombre,... dejemos de ser ingenuos y asumamos la responsabilidad que nos compete.  

 

 

     Partimos de un contrasentido al delegar la responsabilidad de la salud a empresas comerciales que han sido concebidas para ganar dinero y no para el bien común, falsa bandera de puro marketing.

 

     Se esfuerzan en dar esta imagen, llamando al cliente  paciente, como para despistar.

 

     Nuestra sociedad moderna de libre comercio se basa en un buen armado de esquema de premios y castigos, que en el caso de la salud, no está bien estructurado, analizemos por qué.

 

     Los gobiernos delegan la responsabilidad de la salud a las fábricas de remedios, las que nuevamente por puro marketing, se hacen llamar laboratorios. Estas fábricas son  simples empresas legalmente constituídas para obtener ganancias a partir de la fabricación y venta de remedios. Cuanto más remedios demanda la sociedad, más ganan.

 

      O sea que el mejor negocio para estas empresas es vender muchos remedios y para ello nada más eficiente que nunca sanar a las personas, sino llevarlas a un estado crónico de dependencia absoluta de remedios que es justamente lo que hacen. Y también, atendiendo una enfermedad, ir creando otra. 

 

     Queda claro que el negocio prospera con la ineficiencia del servicio prestado, caso único en cualquier sector de la economía de cualquier país del mundo. Ellos conservan esta potestad porque se nutren del poder económico ya alcanzado a través de 150 años de comercio y de nuestra ignorancia.

 

     Estas empresas comerciales terminan ejerciendo un lobby en sectores académicos y gubernamentales. 

 

     Han impulsado una medicina medicamentosa que destruye sistemáticamente al terreno biológico o al médico interior, o a la fuerza interior (Hipócrates) produciendo un individuo en estado de enfermedad crónica con consecuencias nefastas en la salud física-mental-espiritual lo que permite retroalimentar al sistema con pacientes-clientes muy dóciles, con deficiencias mentales suficientes para no percatarse del daño que les están provocando  en cuestiones tan serias y de manera tan impune y repugnante.

 

     La familia, simplemente asiste a este cuadro macabro pensando que están en lo correcto, cuanto más gastan se sienten más reconfortado porque es señal del amor al agonizante que si se muere, es simplemente porque Dios se lo ha llevado..

 

     Con sus paradigmas, falsas banderas, prebendas a políticos y profesionales médicos, y mega ganancias de dinero ejercen un control absoluto del escenario, instaurando una praxis oficial que pasa a ser la referencia para catalogar a la mala praxis practicada por el médico. Consiguen impunidad, amedrentar al que se oponga a sus intereses,  y ganar muchísimo más dinero.

 

     Somos nosotros los estafados y las víctimas de este verdadero holocausto.

 

     Pero aclaremos que las responsabilidades no son exclusividad de estas empresas comerciales dedicadas a la salud.

 

  Este enfermo crónico es el resultado  de la  combinación de inanición + contaminación + acidéz + desequilibrio del campo electromagnético, con responsabilidades compartidas por varios actores:

 

1) las mismas personas con sus hábitos, ignorancia, ambición de máximo confort con mínimo de esfuerzos, deseos de huir de sí mismo; su desinterés por aprender y  asumir responsabilidades, tal vez características incrementadas por las deficiencias mentales producto del medio.("El hombre, ese desconocido" de Alexis Carrel)

 

2) las tecnologías agrícolas modernas que contaminan el suelo, sus frutos y a las personas además de producir alimentos desnutridos. ("Hacéte Orgánico"  obra del Dr. Gabriel Cousens)

 

3) las cooperativas tabacaleras, que corridas por los múltiples daños que producen en las zonas productoras a la ecología, a la familia del productor agrícola y vecinos, se apertrechan en zonas marginales que las cobijan gracias a funcionarios corruptos.

 

4) las industrias alimenticias.

 

5) las industrias de fármacos o farmacéuticas. 

     Primer acceso

     Segundo acceso.

 

6) las industrias que intoxican al medio ambiente con sus desechos, como las celulósicas (Misiones, Argentina)

 

7) los responsables de aguas sanitarias para consumo humano que nos proveen diversos contaminantes muy dañinos a la salud física como lo son los derivados clorados y a la salud mental como lo son los productos con flúor.

 

8) organismos estatales de control que no controlan porque no saben,  no pueden o se avienen.

 

 

9) los multi medios que no informan o desinforman en búsqueda del pensamiento único.

 

     Parece, pues, que el medio en el cual hemos logrado introducirnos gracias a la ciencia, no nos conviene, porque ha sido construido al azar, sin conocimiento suficiente de la naturaleza de los seres humanos y sin consideración hacia ellos. Alexis Carrel en su libro El hombre, ese desconocido Final del Capítulo I, (V).

 

     Este estado de enfermos crónicos que vamos produciendo entre todos, boicotea la posibilidad de conseguir la salud física-mental-espiritual del individuo y como consecuencia un adecuado  nivel de conciencia, con lo que además de afectar a la salud de las personas se pone  en peligro la propia evolución de la especie y con ello su perpetuidad.

 

     No es pequeño el problema que afronta actualmente la humanidad y lamentablemente en su inmensa mayoría no está preparada para conmoverse y como consecuencia, motivarse, por estar por debajo del nivel de conciencia.

 

     Sus individuos se sienten como invitados a la vida, a una fiesta organizada por otros y no como partes involucrados en mejorarse a sí mismo, armar sus propios escenarios y forjar sus propios destinos y el de sus hijos.

     Cabe citar el siguiente concepto de un abogado chileno, Manuel Lazaeta Acharán,  que ha dedicado su vida al estudio de una medicina independiente; ha escrito varios libros como por ejemplo “La Medicina Natural al Alcance de Todos” ganándose un respeto internacional y ha luchado con éxito en los estrados judiciales de su país contra los intereses de las empresas que comercian con la salud:

     “El hombre que en mitad de su vida no sabe ser defensor de su propia salud, ha perdido la dirección de su destino y se verá tomado por intereses que prosperan con su ignorancia en materia tan fundamental”.

 

Digamos que la salud no se compra, se la comprende y ejerce.

 

Somos nosotros en última instancia los responsables.