Hola Juan: te comento que recibí elogios por tus comentarios, motivando una mayor confianza en el éxito del sitio de un amigo mío, algo escéptico. La ruta del conocimiento nos hace pasar primero por el mundo de la materia y luego por el de las vibraciones. Aceptarlo implica la concepción de un mundo ajustado a nuevas leyes libre de falsos principios basados en prejuicios académicos. Sencillamente el núcleo del átomo si no vibra, no ocupa el espacio que en definitiva ocupa. Pon tu mano a vibrar y verás que ocupa más espacio, si aumenta la frecuencia, el espacio ocupado se transforma en un sólido. Así ocurre en la naturaleza de las partículas. Siendo así, entonces rigen las leyes aplicadas a las vibraciones, y por lo tanto, ya sabemos que no se necesita estar en contacto para producir un efecto (resonancia). Este efecto podrá ser beneficioso o no desde nuestro punto de vista, pero esto no es lo importante, sino que el efecto aparecerá. Si además aceptamos que nuestra mente produce ondas, ergo vibran, entonces ya estamos de alguna manera explicando fenómenos que por no entenderlos no lo aceptábamos.Un abrazo